sábado, 22 de enero de 2011

Viviendo con un psicópata


Hay gente que cuando llegan a sus hogares oyen: "Cariño, ¿qué tal el día?". Otros: "¿No sabes a quien me he encontrado hoy?" y así podríamos estar todo el día. Pero muy poca gente entra en su casa y lo que oye viene de la habitación de al lado y es: "Joder, me ha matado un puto dragón" o "Hacerme caso y podremos acabar con la babosa gigante".

Efectivamente, vivo con un prototipo del asesino de la katana... Lo que pareció al principio un simpático sheldon, ha resultado ser un autentico Jack Torrance, Charles Manson y los hermanos Izquierdo en una misma persona... Temo cada noche el momento de irme a dormir que en un sirocazo procado por su locura transitoria me vea como un orco o un troll de las cavernas y me mate con la espumadera de la cocina.

Por suerte, las habitaciones disponen de cerradura... pero de las buenas no de aquellas que se atrancan y debes tener a mano una tarjeta del oreka para abrirlas. Pero bueno a parte de ello, existen otras pistas para poder salvarme de esa muerte segura y quizás merecida. La primera es el volumen de la voz del asesino... tanto tiempo encerrado en su cuarto ha hecho que no tenga control sobre el voluMEN DE SU VOOOOOOZZZ!!! Lo que hace conocer cual es su punto exacto de la casa donde está. El otro aspecto y que también sirve para localizarle es su poca aficion a la higiene personal... yo también creo que el lavarse está sobrevalorado... además que con elló estamos malgastando parte del agua de la Tierra.

Es por ello, por lo que intento ser lo más simpático posible con él... lo que creo que servirá para evitar mi muerte o que al menos sea la más rápida y menos dolorosa posible. Es como vivir las 24 horas del día en el motel Bates... estoy en los primeros minutos de un slasher y me temo que no soy el protagonista... sino un personaje cómico por lo que significa que cuando deje de hacer gracia seré el siguiente en caer de una forma dolorosa y que dará bastante grima.

Espero que esta no sea la última entrada de este blog y si es así... fue bonito mientras duró. Y podreis decir... veis este blog, pues quien lo escribía acabo descuartizado y sus intestinos colgando de la cuerda de tender.

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