sábado, 18 de diciembre de 2010

La mudanza y la nueva casa

Y llegó el gran día, el día en el que abandonaba definitivamente el piso y me largaba al nuevo. Como dije en anteriores episodios de Lost in Madrid, estaba ten nervioso como un crio el 25 de diciembre y como era de esperar mis nervios hicieron que me levantase antes de tiempo para preparar los últimos detalles de la mudanza... lo que viene siendo jugar al tetris con mis pertenencias y mis maletas/bolsas. Finalmente y misteriosamente también, las cosas que había tardado varios viajes de Bilbao a Madrid se podían trasladar entre solo 2 personas... chúpate esa mandarina. Incluyendo mi TDT y mi cafetera... que con tanto gusto me he llevado.

En fin, con todo listo llame a mi santa madre para comunicarle que me disponia a hacer la mudanza y tras decir lo típico de "marcho mama", ella que es muy sabia me recomendó/obligó a pillar un taxi hasta el nuevo piso. Y como discutir con una madre es algo que sabes que llevas todas las de perder, pues acepté/ acaté su idea. Como no me tocó el típico taxista parlanchín madrileño... explicándome la ruta alternativa que ibamos a seguir porque Atocha estaba cerrada por manifestación de síndicatos. Una vez llegados al portal espero hasta que llegase la casera, y espero, y espero, y sigo esperando... hasta que baja un joven con maletas con acento francés/belga que me reconoce como el siguiente propietario de su habitacion, me da la bienvenida y se marcha silvando. A lo que yo llamo a la casera y me dice que lleva rato en el piso... ole que bien se estaba chupando frio como un imbécil.

Subo y la señora me pasa el contrato para que lo lea antes de firmarlo... un contrato de piso ojo que en el otro que estaba de eso no gastabamos (este detalle teneis que tenerlo en cuenta para la próxima entrada que escriba). En fin, todo correcto algunas partes algo extraña, pero bueno en general se dejaba firmar. Una vez firmado, la señora me presenta a 2 de mis nuevos compañeros... un personaje algo friki (un poco a lo Sheldon de The Big Bang Theory) y una polaca tremendísima... lástima que se va el miércoles y ya no vuelve... en fín no se puede tener todo. Despues a la noche conozco a otros compañeros, donde tras cenar descubro más sobre el budismo y toda su filosofía... quién me iba a decir esta mañana que iba a acabar así el día.

En definitiva, un piso al que unicamente veo un fallo... las ventanas. Todas las habitaciones tienen ventanas sin persianas que dan a lugares del piso... es decir puedes estar durmiendo y tu vecino espiándote... sin ir más lejos mientras escribía esta entrada, podía ver como una compañera tendia la ropa, al igual que ella me miraba a mi. Cosas de la vida, amigos. Cosas de la vida.

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